no puedo discernir de lo que dije y,
ahora... siento.
Tu imagen se desvanece suave
como la bruma en la mañana,
con dolor... ardiente.
Tropiezo en el incomodo seguir
de ver como te ladeas adentro,
en mis entrañas.
Tiento en encontrar una excusa
que me fuerce a tenerte un minuto,
solo deseo segundos.
Todo lo que una vez casi fuimos
se pierde en los sueños oscuros,
de mi conciencia.
Trato de no obviar ningún lado
los detalles que tallaste en mí,
son huellas... pasajeras.
Tengo aún la dicha de llorarte
pero no sera para un siempre,
te olvidare... me juro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario