Empiezo a creer que estoy en medio de un juego,
es un juego malicioso que adora verme caer,
es una caída tan abrupta que casi pierdo el alma,
el vacío bajo mis pies, todos me miran, lo sé.
Alguien aplaude entre las sombras animado,
soy el espectáculo más gracioso que puedan ver,
tiendo a tambalearme cuando gano equilibrio,
escuchó susurros que me animan vivamente.
Imagino lo que me espera en la cima del juego,
subo escalón por escalón, soy más precavida,
estoy cerca y mis latidos se disparan aprisa,
pero he olvidado algo, el mínimo detalle.
Una vez más pierdo el piso donde me apoyo,
las siluetas se desvanecen y me quedo sola,
la sensación y el sabor a derrota me quema,
pero es solo parte del juego que no domino.
Observo un detalle en la superficie, pequeño
tengo el cuerpo cubierto de magulladuras,
pero vuelvo a escalar porque es lo único que sé,
y la cima es mi única excusa para existir.
sábado, 23 de febrero de 2019
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